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Una reflexión sobre la manifestación del día 15-05-11

Desde JJLL Albacete queremos expresar varias críticas a la manifestación convocada por "Democracia Real ya" el día 15-05-11, a la que algunos miembros del colectivo asistieron de forma individual y sin representar al resto. Una de esas críticas puede leerse en la octavilla que dichos compañeros repartieron, dando nuestro punto de vista y alternativa a las propuestas de la convocatoria. También queremos hacernos eco de esta crítica elaborada por compañeros catalanes, con la esperanza de que pueda servir para que todos reflexionemos sobre el camino a seguir de cara al futuro.

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Ante el agravamiento acelerado de la crisis multidimensional que estamos viviendo, es del todo comprensible y deseable que haya un creciente número de personas que quieran expresar pública y colectivamente su disconformidad con el rumbo destructivo que está tomando la sociedad, así como su rechazo a la farsa política, la depauperación económica y la injusticia social. Pensamos, pues, que la participación en manifestaciones como las de "Democracia Real Ya" es mejor que permanecer en la apatía política y la pasividad ante la situación actual. Sin embargo, también pensamos que destinar energías a impulsar este tipo de movilizaciones es peor que destinarlas a construir un nuevo tipo de movimiento, reflexionado históricamente, articulado estratégicamente y radicalmente transformador, que permita dejar atrás el sistema oligárquico y eco-destructivo establecido actualmente y la mentalidad heterónoma e individualista prevalente hoy en día, creando una nueva forma de organización social genuinamente democrática y realmente ecológica y una mentalidad autónoma y cooperativa. Como argumentaremos a continuación, la manifestación del 15-M no puede dar lugar a un movimiento de este tipo, ni siquiera puede constituir una parte integral del mismo, ya que ni sus objetivos ni su estrategia apuntan a tal fin.

Más allá de la fraseología del manifiesto que, todo sea dicho, es bastante ambigua, vago e ingenua, la plataforma que impulsa esta movilización ha formulado una serie de propuestas concretas que podríamos considerar el núcleo "programático" subyacente a la convocatoria. Se trata de un conjunto de medidas (incrementar el control sobre la clase política y los paraísos fiscales, elevar los impuestos a la banca y a las grandes fortunas, aumentar la contratación de personal sanitario y profesorado, establecer la obligación de celebrar referéndums por las decisiones políticas importantes, proporcionar asistencia económica a los desempleados ya todas las personas de bajos recursos, efectuar un reparto del trabajo basado en la reducción de las jornadas de trabajo, etc.) que consideramos insuficientes y/o utópicas por las siguientes razones:

a) Son propuestas insuficientes por su carácter reformista, ya que en ningún momento impugnan ni tratan de sustituir las instituciones fundamentales del sistema actual, es decir, el estado "democrático" representativo y la economía de mercado capitalista, sino que se limitan reivindicar algunas mejoras. Sin embargo, la crisis generalizada y multidimensional que estamos viviendo hoy en día no se debe al mal funcionamiento de estas instituciones, sino a su propia idiosincrasia. Las dinámicas inherentes a la economía de mercado y el estado "representativo" dan lugar a una inmensa y creciente concentración de poder que no puede ser revertida a través de simples cambios cosméticos. Así, suponiendo que una tenaz y ardua lucha popular lograra implementar algunas de las reformas sugeridas, éstas no podrían hacer otra cosa que imprimir un ritmo ligeramente más lento el avance de la crisis multidimensional en curso ya que indefectiblemente deberían ser compatibles con el funcionamiento y la dinámica del sistema actual, con lo cual, resultarían bastante irrisorias en comparación al fuerte desarrollo de la crisis multidimensional que este sistema provoca. Por ello, pensamos que no es adecuado abogar por que la injusticia social, la inmensa desigualdad económica y la usurpación política sean barnizadas con una nueva capa de pintura "democrática" y/o "ética", sino que es menester apostar inequívocamente por el abolición del sistema actual, causa fundamental de los efectos adversos y los comportamientos perversos que sufrimos en la actualidad, y para ello, hay que dar luz a un nuevo sistema realmente democrático en todos los ámbitos.

b) Son propuestas utópicas no sólo porque, como es habitual en este tipo de planteamientos, no se da ninguna idea clara y realista de cómo estas medidas llegarían a imponer a las élites dominantes que tienen la sartén por el mango, sino sobre todo porque pasan completamente por alto que estas medidas contravienen radicalmente la lógica y la dinámica del sistema actual. La energía que alimenta el sistema actual es el crecimiento económico y la mercantilización, por lo que, los estados y las empresas de todo el mundo buscan maximizar su tasa de crecimiento del PIB y sus cifras de beneficios respectivamente. Un estado o una empresa que no siga esta lógica de perseguir el crecimiento económico a través de aumentar su competitividad/eficiencia, entrará rápidamente por el camino de la crisis y la disolución. Sabiendo esto, los gobiernos de todo el mundo se esfuerzan en aprobar leyes y reformas que apuntan a incrementar la competitividad del país, lo que implica, obviamente, una mayor explotación de sus recursos humanos y naturales, y por lo tanto, una mayor precariedad laboral, inseguridad social, malestar psicológico y destrucción medioambiental. Hoy en día, además, tanto los estados como las empresas de todo el mundo están encontrando crecientes dificultades para continuar incrementando su PIB y sus cifras de beneficios y, por ello, están intentando mantener la competitividad a toda costa, es decir, recortando, empobreciendo y destrozando aceleradamente las condiciones de vida de la inmensa mayoría de la población. No podemos taparnos los ojos ante esta característica medular de nuestra época: existe un conflicto cada vez más irreconciliable entre las necesidades de las personas y del planeta, por un lado, y las necesidades del sistema económico vigente, por el otro. Este conflicto sólo puede resolverse con un vencedor. O bien ganan las necesidades humanas y naturales, dando lugar a un sistema orientado a la satisfacción democrática de las mismas, o bien ganan las necesidades del sistema estatal y capitalista actualmente establecido, es decir, sus dinámicas basadas en la insensata persecución del crecimiento económico ilimitado y el aumento constante de la concentración de poder. Cualquier propuesta que pase por alto este conflicto insoslayable y fundamental resulta utópica y engañabobos.

Por otra parte, por lo que se desprende de sus comunicados, la plataforma convocante de esta movilización se hace cómplice de la tergiversación y desvirtuación del término democracia cuando sugiere que lo que hace que la sociedad actual no sea democrática es sólo la corrupción y el poder incontrolado que tienen las corporaciones financieras y empresariales transnacionales. Sin embargo, no es sólo eso lo que hace que vivimos en una sociedad oligárquica, sino que también juega un papel importante la propia existencia del estado, esto es, un aparato burocrático centralizado y separado de la ciudadanía y en posición de dominio respecto esta. El estado se autodenomina "democrático" para intentar legitimarse, no, obviamente, para que sea una institución que realmente confiera un poder real a las personas para decidir sobre los asuntos de la esfera pública. Resulta completamente equivocado, así pues, atribuir la ausencia de democracia solamente a la corrupción política y la dominación de los poderes económicos sobre los poderes "públicos": la propia esencia del estado "democrático" representativo es profundamente oligárquica. Para reivindicar verdaderamente una democracia real hay que luchar por la abolición de esta institución y su sustitución por un nuevo sistema de comunidades dirigidas democráticamente a través de asambleas populares, confederadas mediante delegados responsables y revocables.

En conclusión, consideramos que el carácter insuficiente y utópico de las propuestas de la plataforma que convoca a la manifestación de "Democracia Real Ya", así como su implícita connivencia con la desvirtuación del significado del término "democracia", hace que esta convocatoria sea, en el mejor de los casos, un espacio-tiempo que, como tantos otros, sirve para visualizar y expresar el rechazo de muchas personas hacia la crisis generalizada del mundo contemporáneo y, en el peor de los casos, un engañabobos que canalice la voluntad transformadora de algunas personas hacia unos objetivos casi siempre ilusorios y siempre insuficientes.

No votes, ¡organízate!


1º de mayo

Estamos viviendo un momento en el que está más claro que nunca que el binomio Estado-Capital es inseparable. Mientras que el sistema económico y político se vuelve a reorganizar para continuar exprimiéndonos como si nada hubiera pasado, lxs políticxs nos dicen una y otra vez que no hay alternativa posible al capitalismo y a la democracia parlamentaria. Estamos hartxs de que el papel que nos dejen a nosotrxs las instituciones democráticas sean únicamente el de pasividad y delegación: delegar en otrxs nuestros intereses, como si nuestros intereses pudieran ser representados por otrxs que no se encuentren en nuestra situación ni vivan nuestro día a día. Nunca un/a políticx ni nadie podrá representar los intereses de ningunx de nosotrxs, ni de nadie salvo los suyos propios, y menos aún los de la sociedad al completo, porque se encuentran completamente sustraídxs de la realidad en la que vive el pueblo trabajador. Lxs que provocaron la crisis económica -especuladorxs, grandes bancos y, en general, el capitalismo internacional- se han estado llenando otra vez los bolsillos con el dinero de lxs trabajadorxs de todo el mundo, gracias al Estado. Nos demuestran una vez más la inseparabilidad de sus funciones y su complementariedad.

Nos han dicho miles de veces que no hay forma de organización posible distinta a la del Estado y el capitalismo. Nos han negado hasta el aburrimiento la posibilidad de una organización social radicalmente novedosa. Pero esto no es más que una falacia que no pueden sostener con argumentos. ¿O acaso habría podido alguien en el siglo XVIII defender, con argumentos, que no había otro sistema mejor que la monarquía absoluta? Existía alternativa entonces y existe también ahora. Quienes están en la cima del sistema político y económico han actuado como si no la hubiera; y ahora intentan convencernos de que las soluciones a los problemas que ellxs mismos crearon también la tienen ellxs. Las soluciones, ¿cómo no?, son las de siempre: privatizar los beneficios y socializar las pérdidas económicas que pagamos todxs aquellxs que no nos enriquecimos con la especulación durante todos estos años de “bonanza”; época que, por otra parte, a lxs trabajadorxs y estudiantes no nos ha supuesto más que pérdidas en calidad de vida, al juntarse las reformas cada vez más agresivas y salarios cada vez más bajos con la subida del precio de la vivienda.

Si del Estado y el capital dependiera, no tendríamos derecho alguno, trabajaríamos trece horas al día (desde la UE ya se intentó imponernos eso), sin derechos ni jubilaciones mientras tuviéramos una vida útil como mano de obra, como nuestrxs antepasadxs lo hacían cuando se vieron obligadxs a defender la jornada de ocho horas, porque se trabajaban doce o más. Fue precisamente por defender esta reducción de jornada laboral por lo que se ejecutó a cinco anarquistas en Chicago en 1886 acusados de falsos crímenes, siendo éste el origen del 1 de mayo como día del trabajador. Fue precisamente la jornada laboral de ocho horas diarias máximas una de las primeras exigencias y conquistas laborales. Conquista implantada en nuestro país gracias al sindicalismo revolucionario español de corte anarcosindicalista y libertario, todo hay que decirlo, al igual que muchas de las conquistas que tenemos actualmente y que perdemos poco a poco.

Nuestra propuesta es el rechazo de la democracia parlamentaria, ésa que se basa en la delegación de tu capacidad de decisión y responsabilidad a través del sufragio, la ficción de la representación, la irrevocabilidad de los cargos, la privatización de la capacidad de decisión y el principio de la mayoría. Defendemos la democracia directa, una forma de decisión e implicación personal sin partidos y sin jerarquías, y que obligatoriamente debe ser frontalmente opuesta a una democracia parlamentaria que exige la disolución del individuo y de la personalidad, y sólo la tiene en cuenta en relación al partido y a la masa donde el individuo se diluye. Defendemos la abstención activa contra las urnas y contra los partidos políticos, a quienes sólo alguien demasiado inocente les podría confiar sus esperanzas. Defendemos una propuesta de organización social basada en la asamblea y la acción directa auto-organizada de todxs lxs trabajadorxs, sin intermediarixs ni partidos políticos.

Sólo podemos crear una sociedad mejor generando voluntad popular de forma que seamos todxs nosotrxs quienes luchemos por nuestra dignidad, hasta alcanzar la verdadera libertad. Y la libertad solo puede conseguirse practicándola de forma cotidiana y acostumbrándonos a la responsabilidad que exige. Sólo mediante la autoorganización y autogestión de lxs trabajadorxs, paradxs y estudiantes frente al Estado y el Capital, podremos crear la regeneración social, cultural y ética que exige nuestra alternativa.

Otro mundo es posible, y necesario. Que el 1 de mayo sirva para recordar e imitar a quienes murieron por intentar crearlo. Que no lo conviertan en "el día del trabajo", ni en otro día de fiesta carente de sentido.

Videoconferencia, charla y debate: Implantación del Estado del malestar

Os invitamos a la charla organizada por el Sindicato de Oficios Varios de Albacete (CNT-Albacete) con motivo del día de los trabajadores.
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Comunicado respecto a nuestro parón temporal

Desde comienzos de este año, nuestro colectivo atraviesa una pausa en toda su actividad, desde la programación de actividades hasta las propias tareas de mantenimiento de esta web. El motivo es el traslado de local; seguimos utilizando para nuestras actividades el Ateneo Anarquista, pero éste ha abandonado el bajo de la calle Blasco Ibañez por motivos ajenos a nuestra voluntad. En su lugar, la asamblea del Ateneo Anarquista ha comprado junto con la CNT de Albacete un nuevo local situado en la calle Ecuador nº 26, cerca del conocido centro comercial Los Llanos.

Tanto el Ateneo como CNT siguen los mismos principios libertarios que rigen el funcionamiento de JJLL, lo que incluye la acción directa y la autogestión. Por este motivo, dichos colectivos han decidido llevar a cabo toda la reforma del nuevo local ellos mismos, sin delegar en profesionales, para ahorrar todo el dinero posible y de este modo mantener su independencia frente a cualquier poder político o económico. Desde nuestra organización apoyamos dicha decisión de palabra y de hecho, por lo que todas nuestras energías se han centrado en ayudar en las obras y en la mudanza para que el nuevo local esté preparado para albergar nuestras actividades cuanto antes.

Pedimos disculpas a individuos y colectivos amigos que han tenido que cancelar o trasladar las actividades que pensaban realizar aquí. Confiamos en que pronto dejaremos listo el nuevo ateneo para volver a poner en marcha la actividad existente en el antiguo. Os invitamos a pasaros por el Ateneo Anarquista una vez que eso suceda.